jueves, 1 de diciembre de 2011

Una lección.

Un día, un hombre particularmente sabio, comenzó a decir una broma a la audiencia que se encontraba con él.
Toda la gente se reía, no respiraba de la risa, se volvían locos.
Después de un momento, dijo la misma broma.
Esta vez la gente que reía se vió reducido en número.
Repitió la misma broma una vez y otra vez...Así hasta que a nadie más le hacia la más mínima gracia.
El sonrió y dijo:
No os podéis reír de la misma broma muchas veces, entonces ¿Porque seguís llorando siempre por las mismas cosas una vez y otra y otra vez..?

1 comentario:

  1. Simplemente, cuanta razón. Es una entrada corta, ¡pero cuenta una gran verdad!
    Espero tu próxima publicación (:

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